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Confirmación

Desde nuestra Pastoral de preparación al Sacramento de la Confirmación nos proponemos conseguir un tono espiritual y de fe, junto con un mayor conocimiento del don del Espíritu, una mayor adhesión personal a Jesucristo y una inserción efectiva en la vida y la misión de la Iglesia. Esto sólo se puede conseguir cuando el conocimiento de los contenidos doctrinales va acompañado de la vivencia y experiencia personal de la oración, los sacramentos, la participación en la liturgia y la inserción en grupos juveniles, movimientos y asociaciones.

 

Así, el sacramento de la Confirmación perfecciona el don del Espíritu Santo recibido en el Bautismo y hace capaz, a quien lo recibe, de dar testimonio de Cristo. Es decir, hace más plenamente cristiano, pues el Espíritu Santo nos lleva a crecer, a parecernos más a Jesucristo. Para llegar a ser cristiano no basta con saber cosas de Jesús, es preciso entrar en contacto con Él, es necesario dejarse alcanzar por Aquel que lo hace presente hoy entre nosotros, el Espíritu.

 

Es muy necesaria una buena preparación adaptada a la edad de los confirmandos, para recibir el Sacramento de la Confirmación.
La formación es esencial, orgánica, integral y gradual. Actualmente se administra en edades muy dispares. Se realiza después de la primera comunión, tras una buena catequesis continuada. En la mayor parte de las ocasiones se administra entre los catorce y dieciocho años.

 

Cada vez son más numerosos aquellos adultos que la piden, especialmente al prepararse para el matrimonio. Así es como la realidad pastoral se va encontrando con situaciones muy diversas. Por eso se requieren respuestas diferentes y desde nuestra Pastoral de Confirmación, dirigimos la catequesis adaptándola a las edades de los catecúmenos, sus necesidades y conocimientos.

 

La edad no es lo principal. De todos modos, interesa siempre la buena preparación a todas las edades. En unos casos se impone el criterio teológico-litúrgico del orden de los sacramentos, en otros, la madurez humana y la oportunidad y experiencia pastoral. Cada opción acentúa algún aspecto específico del Sacramento de la Confirmación.

 

En algunos casos, los candidatos son adolescentes o jóvenes en un momento difícil de su desarrollo en el que atraviesan grandes cambios en todos los ámbitos de su vida. Sin embargo, también es una edad apropiada para comprender mejor en qué consiste este sacramento y poder recibirlo convenientemente instruidos y bien dispuestos a profesar la fe de una forma más madura, poniendo como base la decisión personal que da una respuesta creyente y razonable al don del Espíritu que es el que lleva la iniciativa y el protagonismo.

 

¿Para qué confirmarse? Para llevar a plenitud el Bautismo y, así, ser realmente testigos de Jesucristo en nuestro mundo. Se trata de recibir más plenamente al Espíritu Santo, don gratuito de Dios, que quiere unirnos así a su vida misma, transformarnos con su presencia y hacernos libres para poder caminar siguiendo a Jesús. El don que Dios concede en la Confirmación es el Espíritu Santo, que es don de Dios Amor, que libera y recrea nuestra libertad.

"Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad "
2Corintios 3:17

Pastoral

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